En 2016, 70 mil personas recorrieron 1,255
millones de kilómetros en el modo autopiloto de los vehículos
semi-autónomos Tesla. Google completó otro año más con 60 vehículos
semiautónomos rodando por las calles. El saldo fue notable: un accidente por
compañía atribuible al vehículo y sobretodo, una cantidad brutal de información
recolectada para ayudar a mejorar la ingeniería y el marco normativo global de
esta tecnología. Además, Uber comenzó a experimentar con automóviles en
Pittsburgh y San Francisco.
El 2017
será decisivo para la industria, pues veremos más alianzas entre compañías de
software, de manufactura de chips y de automóviles. Las
marcas tradicionales de automóviles anunciaron que comercializarán sus
vehículos entre el 2018 y 2021. A este ritmo exponencial, se
esperaría que los automóviles totalmente autónomos lleguen entre 2022 y 2023, y
que estarían en todo el mundo para el 2025.
Para esa época, los coches autónomos estarán
circulando todo el tiempo y permitirán prescindir del 80% de los automóviles,
ganando el espacio que ocupan por estacionarse. Más aún, quedará en el pasado
el número de percances por conducción humana de automóvil, que en 2016 llegó a
1.1 millones de fallecimientos alrededor del mundo y a 31 millones de
lesionados.
La
principal preocupación actual de los tecnólogos es demostrar que la tecnología
es segura. Esto ayudará a que la regulación sea más amigable a sus
intereses, sabiendo que la mayoría de países no tienen regulación al respecto.
Otros debates futuros incluirán el papel de la privacidad, el riesgo de hackeo
y la baja significativa de empleos como chofer de taxi, tráiler o autobús.
No hay comentarios:
Publicar un comentario