Ingenieros de la
Universidad de Illinois Urbana-Champaign (Estados Unidos) desarrollaron un
robot gusano, hecho principalmente de papel. Para darle al robot flexibilidad y
capacidad de moverse fácilmente, los creadores emplearon las técnicas del
origami, logrando así un robot hábil para arrastrarse como algunos seres vivos
en la naturaleza. Los detalles de la investigación fueron publicada en Smart
Materials and Structures.
El equipo empleó el origami, o el arte de hacer
diseños doblando hojas de papel, para construir y habilitar mecanismos
como robots pequeños, económicos, y ampliables como estructuras con capacidad
de despliegue y adaptación.
Los creadores dijeron, en la nota de difusión de la
referida universidad, haberse inspirado en el rápido movimiento de plantas como
la venus atrapamoscas y en el nado de la bacteria uniflagelada, ambas usando la
flexibilidad de sus cuerpos para rápidamente irrumpir, consiguiendo movimientos
ágiles y de poco gasto de energía.
El robot, asimismo, usa los principios del origami para emular el paso y la metamerización de las lombrices, al igual que para emular la zeta en el movimiento de estos platelmintos que les previene de resbalar hacia atrás.
Los investigadores tomaron el concepto origami del patrón de pliegue Kresling, una torre quiral con una base poligonal. Esta torre origami une su expansión y contracción a un movimiento longitudinal y rotacional, similar a la de un tornillo, y el equipo usó la inestabilidad de pandeo para lograr movimiento desde pequeñas entradas. El diseño usa un esqueleto hecho por torres de origami como mecanismos para transformar la rotación motora hacia una rápida expansión y contracción del robot gusano, permitiéndole arrastrarse. Puede ir de frente o doblar a la derecha e izquierda usando repetidas expansiones y contracciones.
Producir sistemas mecánicos tridimensionales funcionales y geométricamente complejos a partir de una hoja de papel nos muestras una serie de oportunidades en el campo de la robótica para robots autónomos y desplegables de bajo coste, indicaron los creadores de este nuevo y complejo sistema.
El trabajo presentado en esta investigación demuestra abre puertas para continuar construyendo modelos de robots modulares bioinspirados capaces de distintos modos de locomoción.
Los robots “suaves” son el nuevo objetivo de los ingenieros desarrolladores de robots. Hace poco, se creó un robot con la capacidad de curarse solo a partir de polímeros gomosos. Así también, ingenieros estadounidenses inventaron un robot flexible que tiene la forma de un tubo y puede inflarse y rotar en cualquier dirección. Adicionalmente, otro equipo de científicos creó un tipo de robot semisuave a base de pajitas que puede pararse, caminar e incluso andar sobre superficies líquidas.
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