Los aspiradores
"inteligentes"y la aplicación de ciertas tecnologías, las tareas
del hogar están experimentando cierta evolución, pero quizás una de las tareas
que menos ha cambiado es el planchado. Aunque puede que la solución esté en la
robótica, concretamente en proyectos como TEO, un androide que sabe
planchar. Se trata de un proyecto de un equipo de investigación de la
Universidad Carlos III de Madrid (España), formado por David Estévez, Juan G.
Victores, Raul Fernandez-Fernandez y Carlos Balaguer, cuyo estudio publicaron hace poco.
En él se centran precisamente en el planchado, una tarea que según describen es
considerada como aburrida por una mayoría de la población, combinando una serie
de tecnologías y aunándolas en este humanoide capaz de detectar arrugas y
eliminarlas usando una plancha convencional.
A su ritmo, pero todo bien planchadito
Hace unos meses hablábamos
de Laundroid, un sistema que reconocía prendas y las plegaba
automáticamente, aunque dedicando sus 5-10 minutos por prenda. Una idea que ya
vimos anteriormente con FoldiMate,
un sistema capaz de colgar hasta 20 prendas recién salidas de la secadora para
plegarlas, aunque no admitía piezas grandes como sábanas o toallas.
Esta vez se trata de una aproximación distinta
dentro de lo que supondría librarnos de la plancha y tener de igual manera las
prendas limpias y sin arrugas sin que lo hagamos nosotros. Lo que hace TEO es partir de un mapa 3D de la prenda y
la tabla de planchar que se crea gracias a una cámara de alta resolución
(en lo que sería su cabeza), "entendiendo" arrugas y pliegues con un
sistema de computación llamado Wrinkleness Local Descriptor (WiLD).
Este robot calcula la trayectoria de la plancha, de
modo que cada arruga desaparezca eficazmente, haciéndolo hasta que la prenda
queda completamente planchada. Según detallan en el
trabajo, este algoritmo propio y los demás elementos representan ventajas con
respecto a proyectos anteriores al no necesitar una iluminación especial para
su uso, ni información específica de la pieza para el algoritmo (describiéndolo
como "agnóstico" en este sentido), y tener un feedback de
la fuerza aplicada gracias al algoritmo de percepción 3D.
Que la revolución robot
empiece por ahorraros el planchado
El humanoide mide 1,8
metros y pesa 80 kilogramos (datos que de manera aséptica se corresponderían
con un humano real, casualmente) y forma parte de un proyecto que se empezó en
2012. De hecho lo de planchar ha venido tras "aprender" a subir
escaleras o abrir puertas, según comentan en NewScientist.
En su caso de momento no hay una fecha o una
intención clara de convertir esto en un producto para masas, como sí veíamos en
las otras iniciativas, aunque lo que habrá que ver en último término es qué
cifras alcanzan estos productos. Ya
vimos el coste de millonario de Laundroid o los 750 dólares de FoldiMate, así
que veremos cuánto nos cuesta tener un robot que planche con nosotros (y
deseamos mucho que lo haya).
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