Cuando uno piensa en la tecnología de la
antigüedad suele imaginar una serie de artefactos primitivos y rudimentarios de
dudoso funcionamiento. La realidad, sin embargo, es que los antiguos chinos,
griegos y egipcios crearon algunos dispositivos cuya sofisticación nos deja hoy
día con la boca abierta. Puertas automáticas, máquinas dispensadoras,
calculadoras astronómicas… un auténtico despliegue que podría componer hoy día
una guía del Geek viejuno. Estos son algunos ejemplos:
1= Clepsidra, el reloj de agua
Los primeros relojes de agua fueron
creados por los egipcios. Se trataba de vasijas que se iban vaciando a un ritmo
constante a través de un orificio en la base.
Mediante unas marcas en la vasija, bastaba mirar el nivel del agua para conocer
el tiempo transcurrido desde su puesta en marcha. Los griegos y los romanos lo
siguieron utilizando y su uso se extendió hasta los tiempos de Bizancio. También
fue desarrollado de forma paralela por los chinos.
2= El sismómetro de Zhang Heng
En el año 132 d. C., el inventor chino Zhang Heng diseñó un dispositivo
capaz de detectar los terremotos a cientos de kilómetros de distancia.
Se trataba de un gran jarrón con varios sapos de bronce dispuestos a su
alrededor. Si la tierra temblaba, una bola metálica se soltaba en su interior y
caía sobre la boca de uno de los sapos, indicando la dirección del terremoto.
La leyenda dice que llegó a detectar seísmos a 600 Kilómetros de distancia.
3= La primera máquina expendedora
Como otros muchos artefactos, esta máquina fue
creada por el matemático Herón de
Alejandría en el siglo I dC. El dispositivo, situado a la entrada de
los templos, dispensaba una pequeña cantidad de agua sagrada a cambio de una
moneda.
El sistema era muy sencillo: al caer, la moneda accionaba una palanca que se elevaba y dejaba salir el líquido durante unos segundos. Un primer esbozo de lo que muchos siglos después serían las máquinas expendedoras. (Seguir leyendo)
El sistema era muy sencillo: al caer, la moneda accionaba una palanca que se elevaba y dejaba salir el líquido durante unos segundos. Un primer esbozo de lo que muchos siglos después serían las máquinas expendedoras. (Seguir leyendo)
4= Puertas automáticas para templos
La creatividad de Herón de Alejandría llegó a tal extremo que casi se
convirtió en un maestro de los efectos especiales. Ideó un mecanismo
para hacer sonar las trompetas cuando se encendía el altar de un templo
egipcio, e incluso un sistema para expulsar niebla artificial.
Pero lo que más sorprende es el esbozo un sistema de puertas automáticas para templos, un dispositivo que funcionaba tras el encendido de un fuego, que provocaba la apertura de las puertas en el momento deseado.
Pero lo que más sorprende es el esbozo un sistema de puertas automáticas para templos, un dispositivo que funcionaba tras el encendido de un fuego, que provocaba la apertura de las puertas en el momento deseado.
5= El mecanismo de Anticitera.
Sus engranajes componen el artefacto primitivo
más fascinante de la antigüedad. Numerosos estudios han llegado a la conclusión
de que se trataba de una sofisticada
calculadora astronómica para predecir las posiciones de los astros.
Nuevas investigaciones han fijado la fecha de su fabricación entre el 150 y el
100 a. C., antes incluso de los que se creía. Un estudio más reciente plantea
la posibilidad de que se tratara de un calendario mecánico que permitía fijar
con exactitud la celebración de los Juegos Olímpicos.
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